Es la pregunta que más temo, y que a pesar de lo que he intentado estar preparado para recibirla, me hace titubear, y, no se muy bien como responderla. Me duele, es algo que se me clava en el alma como un fino puñal muy, muy afilado

Suele suceder con gente que me conoce poco, compañeros de trabajo de otros paises, nuevos encuentros…La semana pasada en una cena en Lisboa, un holandés…Hace un par de semanas en una reunión con un nuevo ingreso en la empresa.

En realidad conozco muy la respuesta: SI. Claro, tengo una hija.

Si, si un simple si, fuera suficiente…pero detrás suele llegar, estudia, donde vive, que edad tiene…?

Y la conversacion, tras mis explicaciones, siempre, siempre acaba igual. Lo siento mucho, yo no pretendía, I am sorry, please apologize for…

Las sencillas preguntas que se tornan tan infinitamente díficiles.