Matar al tiempo
Se asocia matar el tiempo a combatir el aburrimiento.
Yo propongo algo mucho mas ambicioso.
Secuestrarlo, no pedir rescate, asesinarlo…acabar con él.
Matar AL tiempo.
Desde el principio de los t…esto es, de la historia, el único serio asesino en serie, el único, es el tiempo. Es el tiempo, no la enfermedad, ni los accidentes, ni las guerras, ni los descerebrados armados…estos son complementos necesarios, su atrezzo.
Seguro que estaremos de acuerdo en que la edad no es más que un seudónimo mas o menos amable, pero ampliamente aceptado, para el carnicero. Con esto ya tenemos la gran mayoría de las victimas de la masacre, catalogadas y asignadas a ese cabrón con reloj de pulsera imparable.
¿Y los accidentes? No nos chocaríamos con ese coche, no nos careríamos al precipicio, no nos cortaríamos la yugular sin querer con la radial, si todo sucediera en otro instante, un segundo antes o después…el coche negro en el cruce ya no estará. Asi de sencillo. Cuantas veces habeis oido: fue mala suerte, un instante despues no hubiese pasado nada.
Ya, pero y la enfermedad?… Si no estamos en el instante del contagio o podemos manipular el calendario, podemos controlarla, retrasarla, esperar a la cura.
Y el loco criminal armado…no nos alcanzaría nunca si podemos gestionar el instante, fallará el disparo o no se cruzará con nosotros, llega tarde a su cita.
Las guerras, las catastrofes…una hora más en una mesa de dialogo, o dejar de estar donde cae el obús o se abre la tierra, cuando se abre.
Siempre, siempre es el mismo cruel con sus manecilas y sus manazas el que nos aniquila.
Y simplemente porqué…Pues por que tras el chupinazo inicial, salió de fabrica sin las teclas de pausa, stop, rewind ni avance rápido. Y como el adolescente de hoy que ignora como funciona un telefono de dial, no sabemos manejar una tecnología tan antigua, con probablemente cerca de catorce mil millones de años.
Y sin embargo es indudable, el pasado sigue ahí a la espera de que encontremos el camino para llegar. ¿No? ¿Lo pones en duda? Mira esta noche al cielo y dime lo que ves, VES, es el pasado. Hace mucho tiempo que esa estrella ya no está donde la has encontrado.
A finales del siglo XV se creía que no se podía cruzar el Atlántico, hasta que un bravo loco cuya partida de nacimiento aún nos disputamos, cascó la base de un huevo.
Pero, no es lo mismo, el tiempo es inmutable, circula siempre a 60 minutos por hora. Bueno, bueno, eso hay que hacerselo mirar. Busca un poco en Google hasta comprender como funcionan los GPS que utilizamos ahora a toda hora. En ese satelite que podríamos ver pasar esta noche mientras miramos el pasado, el ritmo del tiempo es distinto al tuyo, al mío. A mucha velocidad se ralentiza, ante una gran masa, tambien. Ya lo dijo el mas listo de la clase: el tiempo es relativo.
Pero, no es el tiempo, Marce, es la entropía lo que es imparable. Es la entropía la que marca la flecha del tiempo. Tuve que estudiar bastante termodinámica, la suficiente como para confesar que no se nada al respecto. Me resisto a creer que la segunda ley sea siempre inmutable. ¿Y si el cosmos tiende hacia el caos hasta que empieza a reequilibrarse? En una especie de ciclo infinito. Y si el posible big crunch no es más que el anticaos supremo, que niega el reinado infinito de la entropía? Y si aunque infinitamente poco probable, no es imposible que la taza rota se vuelva a reconstruir a su estado original? Y si al gemelo de la entropía se le pudiese encontrar la marcha atrás? Y si, aunque tiempo y entropia estén ligados estrechamente no son la misma cosa? Comprendemos que la entropía sigue una dirección hacia el caos, pero, porque ha de ser a un cierto ritmo? Por qué no tiene fast forward?
Y toda esta pobre perorata pseudocientífica, para qué…Pues, esto si es sencillo, me niego a aceptar lo que cada día parece inmutable, que el paso del tiempo sea la condena inapelable. Creo que encontaremos algún día la tecla del rewind, o que el tiempo, todos los tiempos, siguen vivos, y/o que en otros universos no para lelos, sino paralelos el tiempo es otro hoy, la historia tuvo un desenlace diferente…y tu, mi niña, estás allí en esa otra realidad, disfrutando de esta mañana de sábado en que te levantarás tarde, te prepararé una rica sopa y esta madrugada te iré a buscar para que no conduzcas tras una noche con tus amigas.
Ana, me niego a aceptar lo que todo indica que hay que aceptar. Sin duda tu sigues al menos mientras a mi me queden la última neurona, el último aliento o latido.
25.03.23 Papá