17 de Abril de 2012. Hace hoy dos medias docenas
El crimen sucedió, como todas nuestras desgracias, en primavera. Esta vez a última hora de la tarde. Yo estaba ya en el más allá, muy al sur, en otro continente. El arma homicida fue una llamada, esto es, hubo un móvil. La munición: un diagnóstico muy in: inesperado, indeseado, inasumible… El proyehostil atravesó cruel de lado a lado tu presente y futuro, Ana. Resultado: herida mortal diferida con orificio de entrada y salida. Nos alcanzó también a tus padres, destrozando el lado más siniestro del tórax, tras el esternón cerca de la aorta y la espina dorsal. No hay tiritas de tamaño suficiente para reanimar este corazón destrozado, partío decía la canción.
Te tocó sufrir mucho más de lo humanamente admisible, la primera media docena de años, y, en esta segunda, perder todos los dias que aún te debieran pertenecer.
Dos medias docenas, sin rosas, sin risas, ni sunrises…solo espinas.
Aquel día yo creí que era el peor posible de toda mi vida. Ahora sé, que aunque insoportablemente horrible y bestialmente cruel, fue el primero, el menos malo, de todos los que estaban por venir.
Un abrazo hija. En este tiempo de duelo, me duele todo el dolor que te destrozó demasiado temprano.
17 de Abril de 2024