Tiendo a escribir textos largos, demasiado largos
este podría ser el más extenso, el listado de lo que te debo
Y, sin embargo podría resumirse en una palabra: todo
o tal vez en dos: absolutamente todo.
Te debo sietemilquinientosdiecinueve días de vida contigo
recibirme con abrazos en la puerta de casa al llegar de un viaje
aquella mañana sentados juntos con un café temprano en la cocina
el orgullo de compartir mesa contigo ante el mejor bife en Barcelona.
Tu cara linda a principios de los eneros remotos, rodeada de sorpresas
mucho después tu sonrisa estrenando gasolinera propia para el nuevo sediento
aquella tarde colocando fotos en la que sería por un tiempo tu Agora
cada uno de los besos de ida y vuelta en estaciones de trenes impacientes.
Un espejo iluminado, en tránsito, aquella corta noche en medio oriente
un plato de sushi tras el musical de un león monárquico en otra ciudad al norte
otros dos felinos blancos en tus brazos, un cheetah meridional que acaricias
miles de millas buscando un futuro desahuciado por el este del far west
Un plato de almejas en Ciutadella que, Ana, era para compartir!
una visita querida, escondida, inesperada que te espera en el porche
recoger otro envío de ropa para ti, acercarte a las fiestas, recogerte de madrugada
colar un mapamundi en tu pared, hacerlo en Gracia y repetir arriba
El honor de ser tu padre para siempre
la voz de tus risas, tus pasos, tus penas, tus planes
una gata que adoro y que en silencio, sin saberlo, pregunta por ti
una casa que sigue siendo la tuya aunque ahora sea gris
Ver otra vez juntos the devil wears Prada
aquella tarde de invierno y palomitas con the cat returns
conciertos contigo de Coldplay y The 1975, a los que no fui
otra foto en la que cerraste los ojos y tengo que repetir
Te debo una lista de mil páginas
te debo una vida de ilusiones
te debo hasta lo escaso mejor de ser quien soy
te debo hasta mi nombre, el que más me gusta: mapi